viernes, 15 de mayo de 2009

El Día Despues

Mendoza, 18 de Mayo del 2009


29-06-09

(Lic. Solano Mosquez, economista)


En estos días se hizo difícil, no escuchar sobre la crisis del 2001, un grupo de personas que no soporta la paz del prójimo, apela a nuestra memoria, en pos de un chantaje barato. Lejos de brindarnos respuestas, nos torturan con el pasado. No se puede volver al 2.001, simplemente porque no tenemos tanta suerte.
La detonante de la crisis, del 2.001, fue el sector financiero de la economía, por si no nos dimos cuenta, hoy no tenemos sistema financiero, por lo tanto, no podemos tener crisis en ese sector. El 2.001, fue la culminación de un modelo, que había ingresado en recesión a mediados de 1.998. Cuando la crisis estalla, la economía argentina estaba sumergida en proceso deflacionario, con casi 3 años de recesión, en los últimos meses de agonía, se hizo todo lo posible, por mantener el sistema financiero, por mantener el crédito, por no caernos del mundo.
Actualmente nuestra economía se encuentra de la vereda opuesta, esta sumergida en un proceso inflacionario, y aquí a la vuelta estábamos discutiendo como hacíamos para enfriarla. No existimos, en el sistema financiero internacional, con lo que, nos estamos quedando a fuera, de todos los paquetes de ayuda, para los países emergentes, esto implica que estamos sin crédito publico. El sistema financiero local, esta totalmente divorciado del sector productivo. Así estamos, no creo en el chantaje, mucho menos cuando es incoherente. Cuando dicen, que si el gobierno pierde las próximas elecciones, se pone en peligro la gobernabilidad, que se puede volver al 2.001. Les digo, el 2.001, va a ser, solo un insignificante sueño, al lodo de la pesadilla que nos va a tocar vivir, el día después.
Ganen o pierdan, el destino de nuestra economía ya esta echado. No hace falta entrar en una crisis, después de las elecciones, simplemente, porque ya estamos en inmersos en una crisis, y nada tiene que ver con la crisis financiera internacional. Simplemente porque no existimos, para el área financiera y mucho menos internacional. Con o sin primer puesto, es decir, con o sin mayoría, el día después, vamos a amanecer con una mega devaluación. Con esa distribución que hacen los fanáticos del no mercado, media extraña, a lo Hood Robbin, siempre robando a los pobres, para darle a los ricos, si esto es ser progresista, ya tengo claro, que no voy a ser, cuando sea grande.
Si nos preguntamos ¿Qué podemos hacer, desde la política económica? Podemos trabajar desde la política monetaria o desde la política fiscal. El gran maestro Keynes, no creía mucho, en la capacidad de la política monetaria, para revertir una crisis, desde el paro. El gran maestro Freedman, directamente le tenía miedo, terror, a la política monetaria. Alguna vez leí esto “hijo, en economía el dinero importa, y mucho, por eso no se toca”.
Si se aumenta la oferta monetaria, buscando una política expansiva, lo más probable, es que los agentes se escapen a la calidad, lo que implica en nuestro país, que los pesos se escapen del sistema, refugiándose en el dólar, lo que seguramente presionara el tipo de cambio. Según los números del CIE, las proyecciones para el 2.009 en el área fiscal muestran un rojo enorme, de unos 12.000 millones para el primario nacional. Esto posiciona al primario consolidado en, 23.000 millones. Sin posibilidad de endeudamiento, tiene muy poco margen para plantear una política fiscal, con carácter de expansiva. Salvaje debería ser el impuesto inflacionario, necesario para sostener la presión sobre el sector fiscal.
Hace unas semanas estaba escuchando, a un empresario del sector vitícola, al lado se encontraba un ex profesor, planteando la realidad del sector. Mostraban que un 70% de la estructura de costos, es mano de obra, salarios. La conclusión final necesitamos una devaluación. Cuando se analiza el gasto público nacional, más del 50%, es salarios y jubilaciones. Según el contador Longo (del Ministerio del Interior), lo primero que tenemos que considerar, es si vivimos con lo nuestro, es decir, el déficit primario, si tenemos un rojo de 12.000 millones, claramente no podemos vivir con lo nuestro. Este nivel de gasto es insostenible, políticamente una ajuste en el gasto, no es conveniente. Económicamente, que un jugador como el estado, se retire del mercado, en este momento, produciría un mayor enfriamiento de la economía.
Sin política monetaria, sin política fiscal, lo único que nos queda, es, bendita devaluación. El sector publico, con una devaluación obtendría una licuación de su deuda, además de una caída del gasto en términos reales, producida por la mayor inflación. El sector privado, obtendría lo mismo, mejorando así la rentabilidad, por una caída en los costos, en términos reales. Con esto recuperarían su bendita competitividad. Claro que tendrían que explicarse, si ser más baratos, más competitivos, si ser más rentables, implica necesariamente mayores ganancias. Tenemos un problema en la demanda, bajar los precios, no es garantía de vender más.
En economía, existe una cosa llamada trampa de la rentabilidad, donde provocar una caída en los costos, en términos reales, manteniendo precios de venta constantes, no implica vender más cantidad. Con esto, usted podría tener un negocio rentable, pero también tendría en su galpón, un enorme stock, de un producto que el mercado no desea consumir, por ahora. Esto los empresarios vitícolas ya deberían saberlo, hace años que le vienen robando a la provincia, con sus problemas de stock. Ya deberían saberlo, hace años que todo los mendocinos, les prestamos plata barata, para que sigan guardando su stock, de esta manera pueden darse el lujo de esperar, que el precio se ajuste.
Desde que nací, el sector vitícola vive preocupado por su stock, por su estructura de costos, pero descuida una pequeña e insignificante variable, la demanda. La primera vez que visite una bodega, fue GIOL, para los que no la conocen, es un monumento al robo producido por sector vitícola. Cuando no pudieron desprenderse de su stock, el estado para salvar el sector, compraba y guardaba, acumulando el stock que el mercado no deseaba. En la actualidad, el estado no tiene bodegas, pero a través de la política económica, sigue interviniendo, lo hace a través del acuerdo entre Mendoza y San Juan. Acuerdo por el cual se fija que porcentaje se destina a mosto.
Además también existe el Fondo de Transformación y el Crecimiento, o más bien existe, el Fondo para la Transformación y el Crecimiento Vitícola. Como habrá leído, también existen los precios mínimos, para el sector. Pero en el resto de la economía, los damascos se tiran en la calle, las peras se quedan en las plantas, los ajos se tiran a los sanjones, se los prende fuego. Reconocemos las perdidas y volvemos a empezar, mientras los industriales, piden una devaluación que les devuelva competitividad, orgullosos muestran un grafico donde el 70% es mano de obra. Nos chantajean, con la gente que perdería su trabajo, y no niego que es un riesgo muy real.
Nos muestran el grave problema de desempleo, que se podría originar, que es real, la alternativa es una devaluación que le devuelva competitividad al sector, así usted, no perderá su empleo, pero no nos dicen, que nunca podrá salir de la pobreza, así usted, podrá tener empleo, se levantara todas las mañanas para ir a su trabajo, no para buscar su progreso, sino para salir de la indigencia. Tampoco hay ninguna garantía, de que no lo despida, así están las cosas. La devaluación es ya una realidad. Cuando tenemos algún problema de caja, en la empresa, lo primero que hago, es anticiparme y me pongo a hablar con los proveedores, empiezo a visitar amigos, si creo que las cosas se van a poner muy pero muy feas, me acuerdo de visitar a mami.
El problema de liquides, los proveedores del estado ya lo están enfrentando, este gobierno tiene muy pocos amigos que visitar en nuestro país, en el exterior ni hablemos. Tanto Murphy como Cavallo, quisieron reducir el gasto del estado, esto es mala palabra, en los modelos progresistas. Particularmente, no lo recomendaría en un momento de caída en la demanda. En definitiva, de donde lo mire, hay una devaluación en la puerta, que va a golpear el consumo interno, que si no encuentra respuesta en la demanda internacional, nos va a meter en una recesión sin precedente.



PD: como podrá notar, una y otra vez escuchamos criticas, al libre mercado, cuando lo único que ha habido en estas décadas, es un fracaso inconmensurable, del intervencionismo estatal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario