martes, 6 de octubre de 2009

We are Change

Mendoza, 1 de octubre del 2.009


We are Change
(Lic. Solano Mosquez, economista)


Hace unos días, he estado participando en el foro empresario regional, organizado por el CAME. Dicho evento, me ha servido para encontrarme con algunos colegas, algunos excompañeros, lo cual sin lugar a dudas agradezco. Luego, tuve el placer de asistir al taller sobre producción, que dicho sea de paso, fue el primer taller sobre producción, que organiza el foro empresario, que puedo decir, lapidario, si es el primer taller sobre producción, pero bueno, mejor tarde que nunca.
La idea, era intercambiar experiencias, elaborar una plataforma, sobre la cual armar una agenda de trabajo, sobre propuestas de política del sector. Los sectores presentes, básicamente primario, la hortaliza, la fruta, productores vitícolas, la aceituna. Sensaciones encontradas, una pequeña parte de nuestro campo, lo cual es esperanzador, abogados, economistas, contadores, arquitectos, administradores de empresas, publicistas, entre otros. Estuvo una parte del campo, esa parte profesionalizada, que va por más. A colación, dicen que fue, el taller con menos participantes. Me considero un conocedor del negocio agropecuario, en cuanto a la segmentación regional, Lujan, Tunuyan, Tupungato, casi nula presencia del este.
Lo cual sinceramente no sorprende, el campo del este, siempre ha sido el más llorón, el menos profesionalizado, y sin lugar a dudas, el más adicto a la sobre estructura. Entre los principales temas, el problema del financiamiento, el crecimiento en los costos, los bajos precios. Como un punto central de la agenda, la problemática laboral, los bajos salarios de los obreros rurales, combinado con una alta carga de aportes patronales. Esto afecta, su estructura de costos, con su consecuencia en la rentabilidad. La expositora, muy atinadamente, plantea, que estos 3 principales problemas, están relacionados con un factor externo a la empresa, y se pregunta ¿No hay una autocrítica, para adentro?
Voy a dedicarle un párrafo, al Instituto de Desarrollo Rural, llevó adelante una ligera encuesta, donde había que marcar, cuales entendíamos eran los 3 principales problemas, de esta manera acotar la agenda. Además, nos pedía sugerir, un tema si considerábamos que había quedado afuera de la lista. Esa era la idea, yo sugerí un punto, “el campo tiene un serio problema en la comunicación”. Pues bien, cuando la colega explicaba la encuesta, yo había hecho todo mal, lo cual no me sorprende, porque soy estupido, pero cuando miro a mi costado, mi vecino también lo había hecho mal, cuando miro atrás, también lo había hecho mal. En ese lugar, estábamos una parte del campo, la parte que carga con un titulo universitario, del otro lado, el IDR, que se supone es una parte del estado que se dedica a estudiar el campo, y representado por 2 colegas, sin embargo, los chicos no entendieron la consigna, a esto me refiero, cuando digo que tenemos problemas con la comunicación.
Un productor dice: - no se entiende este punto, pone como problema los altos costos laborales, y debería haber una desagregación, entre lo que es salario del trabajador (que es bajo) y carga tributaria sobre ese salario (que es muy alto). Dejemos de pagarle a la encuesta, esforzarnos más para la próxima.
Los tres problemas del ranking, la legislación laboral, el acceso al crédito, los bajos precios. Un productor y abogado (que el orden de los factores, no altere el producto), señalaba con mucho tino, “tenemos una demanda laboral temporaria, y la diferencia que existe entre lo que percibe el trabajador, y lo que paga el productor, es abismal. A ese trabajador, se le paga una jubilación, que no usa, ni va a usar, se le paga una obra social, que no usa, y no va a usar, solo para citar un punto”.
A la ingeniera, le voy a responder acerca del mea-culpa, tiene toda la razón del mundo, seguramente tenemos muchas cosas que mejorar hacia adentro, pero ese no es el punto. El punto pasa, por saber que nos conviene más, si comprar dólares, euros, o pagarle un curso, al encargado de la finca, para que aprenda a motivar al personal. Qué cree que paga más, si asistir a un foro productivo, y discutir propuestas, o paga más, pagarle a un economista, que me diga, si el real va a seguir esa tendencia a depreciarse, o si es solo una burbuja más. Mi perspectiva, con el ajo esta mejorando, no porque haya nada diferente en mi empresa, no porque la política nacional agropecuaria, haya sido la correcta, para el sector, sino solo porque un viento de cola nos puede llevar, gracias a Dios, o gracias a Lula, o su banco central, que tienen otra forma de ver su política cambiaria.
Con esto lo que estoy planteando, es porque es difícil mirar hacia adentro de la empresa, simplemente porque no es rentable. Esto explica, porque los empresarios, son grandes macroeconomistas, y entienden poco de la micro. Esto sucede, cuando se juega con las instituciones, esas reglas de la que hablaban varios productores. El abandono de estas reglas, ha llevado a que deje de lado a mi administrador de empresas, que se encargaba de motivar a mi personal. Ahora soy menos amigo de él, y más amigo de mi abogado, pasamos mucho tiempo juntos, viendo como aquel que debería ser mi aliado (obreros), en el proceso productivo, no termine siendo un escorpión, que se queda con lo mió. Lo miro de reojo. Hace años veía como Córdoba, estaba al frente de los juicios laborales, les recuerdo que hoy, Mendoza es la provincia con más juicios laborales del país, así no se puede producir.
Jugando de local y quedándome en mi tierra, debo decir que todavía, más del 80% de los productores, son pequeños, contratistas, chacareros, claro sin considerar que el 12% restante factura más que el casi 90%. El más grave problema de estos productores, es la inestabilidad en la política económica. Una empresa, tiene que tener la posibilidad de mirarse hacia adentro, para poder ver, como marchan los procesos. Tiene que ver hacia fuera, para ver como marcha los procesos de la competencia. Tiene que mirar el hoy, porque indefectiblemente, hoy tiene que comer, y tiene que darle de comer a cada uno de sus trabajadores. He indefectiblemente, tiene que pensar en mañana, solo así puede proyectarse, seguir una tendencia y desarrollarse, ella como empresa, el como empresario, y ellos con un empleo digno, de calidad, y que le permita la ascendencia social, a él, y a sus hijos. Cuando el productor, se encuentra sumergido en el corto plazo, tratando de sobrevivir, ¿Cómo le puede pedir, que tenga una persona, solo para pensar?
La inestabilidad de la política económica, tiene una relación muy fuerte, con el crédito, con la capacidad de endeudamiento. Cuando se enfrenta, economías inestables, la capacidad de endeudamiento, nos marca, que capacidad de resguardo, tiene esa empresa frente a la inestabilidad. La deuda, esta más allá de darle a una empresa mayor liquidez, la deuda en economías inestables, funciona claramente, como un seguro de inestabilidad política. Separa claramente, el stock, del flujo, inyecta dinamismo sobre el flujo, al tiempo que libera el stock, dándole la opción, por ejemplo, de sacar el stock al exterior. De esta manera, se refugia el capital, por ejemplo, de la inflación, o de la confiscación. Mientras unos buscan un crédito, para comprar gasoil, otros trabajan sobre la dinámica del flujo, partiendo de su capacidad de endeudamiento, sabiendo que tener o no tener esa capacidad, le esta diciendo, si se puede o no se puede proteger de la inestabilidad de la política económica. Del otro lado, un productor me dice, yo no quiero endeudarme, siempre he trabajado con lo mió. Entonces le digo, mire, yo soy empresario, esto no se trata de lo que yo quiero o no quiero, se trata de lo que me conviene o de lo que no me conviene. La deuda, esta más allá, de inyectarle liquidez a un proyecto.
Tenes toda la razón, tenemos serias falencias en la micro, el productor no tiene en claro, cual es la empresa, ni quien es el empresario. Cuando esto no esta claro, construís una Cuba, si queres “exitosa” pero con Fidel, sin Fidel, no se si la Cuba es la misma. Esta realidad, es algo que la empresa grande, ya tiene separada. Por ello sabe cual es la empresa, quien es el empresario, y cual es su familia. El pequeño, no tiene las cosas tan claras, y así a su difícil realidad, se le suman los problemas familiares, y su estructura, en muchos casos, termina expulsando, al probable sucesor, y esto termina dejando al productor en soledad, con el propio desgano. Lo que termina por achatar a la empresa.
Esta es la punta, de otro ovillo, la soledad, nosotros somos nuestra historia, y la historia dice, que el cooperativismo, no ha dado los resultados esperados. Salvo el caso de FECOVITA, que habría que analizarlo a fondo. Tenemos en el mercado otras formas de asociarse, pero no atraen mucho, posiblemente por la historia. Pero nuevamente, es una consecuencia de no separar la empresa, del empresario, de no separar claramente, lo que queremos, de lo que nos conviene. La toma de decisión, se facilita enormemente, si sabemos que queremos para nuestra vida, y que queremos para nuestra empresa. La soledad, no es buena compañera, para una empresa, en ningún momento del ciclo, y mucho menos en recesión. Esta no es una cuestión de gustos, es una cuestión de conveniencia.
Le voy a contar una historia, hace tiempo, me había peleado con mi pareja, sigo convencido de que ella es culpable, sin embargo en ese momento estaba muy mal, entonces contrate un economista, siempre se necesita otra perspectiva, le conté el problema, en una semana me volvió a llamar, me dijo, que por favor pasara por su estudio. Me dio el diagnostico, hace un mes que no labura, lo van a echar, tampoco aparece por el campo, y este es el dinero, que ha girado de su cuenta a la cuenta de su psicóloga. Dijo, si sigue en este ritmo, en un año y medio, se declara en quiebra, usted puede tener toda la razón del mundo, pero lo que le conviene, es ir y pedirle perdón. Así es la vida, cuando usted entro en casa, y dijo, papá, esta es la dama en cuestión, y papá dijo, esa no te conviene, y usted respondió, esa es la que quiero. Seguramente hizo su valija, y pagó el precio, por defender lo que quería. Pues bien, si le gusta producir, con métodos poco productivos, sino le gusta deberle a nadie, sino le gusta escuchar al ingeniero, al economista, al contador, e incluso a su hijo, sino le gusta asociarse y disfruta de su soledad. Pagué el precio, y por favor, no me moleste, con sus paros, piquetes, con salir en cámara, llorando, porque me arruina el almuerzo, y no me deja trabajar en paz.
Por esto es necesario, separar, la empresa del empresario, lo que usted quiere, puede ser diferente, de la que quiera su empresa, por más que sea su creación. Puede ser muy diferente, lo que usted quiere, de lo que le conviene a su empresa, es más, lo que a usted le conviene, puede ser diferente de lo que le conviene a su empresa. Necesitamos, reglas, políticas, normas, misión, objetivo, estrategia, y sobre todo una filosofía, para que su empresa, pueda vivir cuando usted ya no este, porque herederos pueden haber varios, y sin embargo, puede no haber ningún sucesor. Para poder trabajar, sobre todo esto, que hace a la microeconomía, demandamos, que el estado, nos de lo que necesitamos.
Reglas, necesitamos saber a que estamos jugando, y después necesitamos saber, como se hace, para sumar los puntos para poder ganar. Nada más, necesitamos de una macroeconomía estable, que nos permita hacer planes. Hace más de 50 años, que no tenemos un modelo de crecimiento, sin esto, no podemos tener una política agropecuaria, y sin esto, tenemos el campo que tenemos. Cada día más concentrado, es cierto, todavía esta liderado por los pequeños productores, pero también es cierto, que el 12%, factura más que todos los otros juntos. Así a la propia histeria de la demanda, le tengo que sumar el poder de especulación, de ese 12%, que se puede dar el lujo de esperar y ver. Así se rompen las reglas de la economía, esa que dice que somos un país pequeño, y que no se fijan los precios. Claro, el país es pequeño, pero dentro del país, hay unos más pequeños que otros.
Siempre he considerado, que los hombres, son animales políticos, por naturaleza, aunque muchos se esfuercen por negarlo, por reprimirlo. El primer punto, en el juego, es construir poder, necesitamos este poder, para plantear una propuesta, una política, y necesitamos más poder, para ejecutar esa política. Pero antes de eso, necesitamos un convencimiento, de nuestra política, porque el poder por el poder, no tiene mucho sentido, digo esto, porque el campo mendocino, sigue siendo uno de los campos más fragmentados, sus instituciones, están claramente debilitadas, y necesitan reconstruir el poder. Esta reconstrucción, es muy difícil en soledad. Pero antes, necesitan convencernos, de que nueva realidad social y sectorial queremos, especialmente, entre la nueva generación de productores.
Simplemente, porque antes del profesional, antes del empresario, antes de la empresa, están los seres humanos, y no podemos seguir trabajando, seguir viviendo, con tanto miedo, con tanta desigualdad, con tanta injusticia y encima en soledad. Somos una parte del campo, esa parte que esta un escalón más arriba, lo que lejos de darle privilegios, le otorga obligaciones, a esta nueva generación, no le toca encarar el cambio, es el cambio, y estar aquí, en el primer foro para la producción, es una prueba de ello.

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