Mendoza, 10 de Junio del 2009
Pobres, Millonarios
(Lic. Solano Mosquez, economista)
Una vez, allá en la infancia jugábamos un juego, que se llama 20 preguntas, pero no buscábamos descubrir un objeto, sino una persona. A mí, nadie me descubrió, porque entendían que había mentido en la ficha. Era más que obvio, que en deporte iba a poner ciclismo, en vicio, ninguno. Terrible error, el ciclismo, para mí no es un deporte, para mí es una pasión, y tengo vicios, por ejemplo, el ajedrez. En jobies, escribí, coleccionar monedas.
Desde pequeño, me fascinan las monedas y tengo una pequeña colección. Cuando entre a la facultad, solía detenerme en la biblioteca, observaba una colección de billetes, las cuales fueron donadas por el señor Gaviola. Allí conocí a los marcos alemanes y aprendí muchas cosas. Aprendí, que en julio de 1914, necesitabas 4,2 marcos, para comprar un dólar. En noviembre de 1923, necesitabas, algo así, 4.200.000.000.000 marcos, para comprar un dólar.
Aprendí, que si tomó como base, enero de 1913, partiendo de la base igual a 100, el 15 de noviembre de 1923, es decir, apenas una década y algunos meses, el índice 100, pasó, a 75.000.000.000.000. Sin entrar, en muchos detalles, podríamos decir, que si 1Kg de pan salía un marco, en 1913, una década después, costaba un par de millones. Entonces, supongo yo, dentro de mi inocencia, que en una década, se ha resuelto el problema de la pobreza, pues pienso que la gran mayoría, tenía, para un kilo de pan, en consecuencia, era millonario. Es más, hasta un simple caramelo estaba por encima del millón, ¡joder! Hasta los niños son millonarios.
No miremos a los alemanes, y digamos, mira lo que han hecho con su moneda, lamentablemente, nuestra historia es parecida. Con claras diferencias, la primera es que no nos hace falta ir tan lejos, con la historia. Particularmente, recuerdo que mi padre, fue millonario varias veces. Otra diferencia, no menor, es que recuerdo haber pasado, por el peso argentino, el peso ley, los australes, los pesos. Los alemanes, mantuvieron posición con los marcos. A no sentir envidia, nosotros, hemos visto otros papeles, pero siempre hemos vuelto al primer amor, el peso.
Otra diferencia, para nada despreciable, es la historia, ya que para los alemanes, jugar con la moneda ha quedado en la historia. Un día dijeron, simplemente, este juego nunca más. Lo han dejado, más que claro, en esta crisis internacional, bajando a cero la tasa de interés, y sacando del juego la política monetaria. Nosotros, hasta el presente, seguimos jugando con la moneda.
La inflación, es la prueba más fehaciente de que todos podemos ser millonarios, y aun así estar en la pobreza, o lo que es peor, sentirnos pobres. Habrá la billetera, mire esos 100$ hace 11 años, era un billete soberbio, hace 7 año era un billete, hoy, es tan solo un billete mas. Esta no es la forma de redistribuir riqueza, ni en este país ni en ninguno, no alcanza, con ser millonarios, en economía, siempre falta algo más.
Durante los 90, se hizo un enorme esfuerzo, para erradicar este tumor maligno, y si un medico le dice, que la quimio, es dulce, agradable y no duele, le están mintiendo, particularmente, he tenido amigos que la han padecido. El proceso iba a ser doloroso, y lo fue, particularmente, creo que fue más cruel de lo necesario. Ningún esfuerzo tiene sentido, sino se llega al final, sino se aprende nada. Endeudamos el país, sufrimos el desempleo, envejecimos una población, ¿Para qué? Para que votemos a un inútil, que nos volvió a enfermar, que parece ser nos quiere hacer millonarios. Los sindicatos, los empleados, pugnan por un mayor salario.
Todos quieren ser millonarios, tendríamos que empezar, a decir bien fuerte, de esta forma no. Hay personas que necesitan un aumento en el sueldo, hay otras que necesitan un sueldo. Pero todos, absolutamente todos, necesitamos una política antiinflacionaria, y no hay nadie que lo este exigiendo. Aunque eso si, según el licenciado Gabriel Balbo, Moreno es eficiente. Me parece, que somos de escuelas diferentes, y para ser una ciencia, tengo la ligera sensación que deberíamos entender lo mismo, por eficiencia. No se porque, pero creo que no estamos hablando el mismo idioma, así va a ser muy difícil, encontrarle la vuelta.
Hemos escuchado, varias veces, sobre la competitividad del tipo de cambio. En economía, lo que interesa, es la competitividad planteada desde el tipo de cambio real de la economía. Esta variable, depende básicamente de 3 variables, nivel de precios a nivel de internacional, nivel de precios interno, y el tipo de cambio nominal. Cuando los precios internos suben, se empieza a comer la competitividad, si la respuesta es una devaluación, se termina generando una espiral, esto hace que la enfermedad se vuelva crónica.
Alguien, se encargo de enseñarme, que existen 3 espirales básicos, salario-precio, salario-salario, beneficio-precio. En el primer caso, los sindicatos presionan sobre el salario, para mejorar su participación. Las empresas, siempre que cuenten con la capacidad de trasladar, terminan volcando, los mayores costos sobre los precios. El segundo, tiene que ver con un efecto imitación, cuando un sector recibe un incremento salarial, los otros sectores, tienden a presionar. La ultima espiral, empieza con las empresas, que reclaman mayores márgenes de rentabilidad, en consecuencia elevan los precios, luego los trabajadores reclaman mayores salarios, luego se ajusta la rentabilidad y así.
Los países como el muestro, que han enfrentado periodos inflacionarios largos y persistentes. Es más, hemos alcanzado la hiperinflación, nos enfrentamos básicamente a una disyuntiva, o terminamos con la inflación o aprendemos a vivir con ella. Soy hombre de números, la decisión final depende, como siempre, de los costos y de los beneficios. Si decidimos atacarla, tenemos que saber, que esto no es un resfrió, todo lo contrario, tenemos que atacar un linfoma.
Lo primero que hay que hacer, es identificar el origen, lo segundo es verificar que hace que se propague la enfermedad. El origen, puede ser un problema de la demanda o un problema en la oferta. Tanto la indexación, como las expectativas, son los encargados de propagar la enfermedad y consecuencia, de mantenerla en el tiempo. Las expectativas, verdaderamente complican cualquier política de estabilización, ya que son difíciles de revertir. He tenido la mala fortuna, de enfrentar enfermedades complicadas, cuando empezamos esa batalla, lo primero es empezar a llamar amigos, verificar las cuentas, liquidar solvencia y ganar liquidez. Sin lugar a dudas, no podemos dejar de verificar, la capacidad de endeudamiento.
Si se pregunta porque, simple, soy un mal perdedor, tengo un escenario incierto, el tiempo me corre en contra y todas las guerras necesitan financiamiento. Este gobierno no tiene financiamiento, su capacidad de endeudarse es cero. Se esta comiendo sus ahorros, perdón, se esta comiendo el ahorro de los futuros jubilados (estatización de jubilaciones). Trató de convencernos de que era por nuestro bien. Tengo la sensación, de que esta llegando el día, donde usted y yo, vamos a ser millonarios, pobremente millonarios. También tengo la sensación, de que nos vamos a reencontrar con un viejo amor…”hola, ¿Cómo estas? Que bueno verte, tanto tiempo, casi 10 años, que te contas convertibilidad”
PD: es difícil, decir, que tan dura es la pobreza o que tan dura es la riqueza. La pobreza tiene esa cosa, de hacerte sentir impotente, de querer hacer algo y no poder hacerlo. La riqueza tiene esa cosa, de hacerte inútil. La pobreza es superadora, la riqueza construye paredes, no te hace libre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario