jueves, 18 de febrero de 2010

Soy el que hace que uno vea y él otro no

Mendoza, 16 de Febrero del 2.010


Soy Quien Hace, que uno Vea, y él Otro No
(Lic. Solano Mosquez, economista)


No sé, como será en otras provincias, en otros países, pero en mi tierra es así. En nuestra universidad, existen, la Facultad de Ciencias Económicas, y la Facultad de Ciencias Políticas, una de ellas, cree que la otra está totalmente equivocada. Como está convencida, de que tiene la razón, tienen posturas extremadamente intolerantes. Particularmente, odian a nuestra facultad. Tienen complejo de persecución, todo es un atentado, todo es una conspiración.
A una cuadra estamos nosotros, hombres malos, adoradores del establisment, capitalistas usureros, explotadores del proletariado, defensores del Consenso Washington. Puede ser, no digo que no, pero somos universitarios, respetamos el pensamiento, la diversidad, somos constructores por naturaleza. No criticamos las políticas económicas de un gobierno, criticamos la miopía sobre las consecuencias de las diferentes políticas económicas. Hace 7 años que venimos diciendo, que estas políticas están equivocadas, no se combate la pobreza, dando un subsidio universal de 100 pesos, y llevando al precio de la carne a 50 pesos por quilo.
No hay ningún tipo de especulación, cuando una persona dice no quiero, porque simplemente no quiere, y en ningún lado está escrito, que tiene que querer. Si fuera así, la vida sería sencilla, hubiera demandado a mi primera novia, tan solo por no quererme, o hubiera esgrimido, ella especula, es una oportunista, que espera una oferta mejor. No tenemos interés, en que al país le vaya mal, pero no tengo problema en que le vaya mal, sé de qué lado tengo que estar, para que a mí, me vaya bien. Nos fue bien, con Menen, también con Kirchner, también con Cristina. La receta es simple, tomar ganancias, salirse del mercado, esperar y ver, no hay mucha ciencia, pero si efectividad.
Todas estas cosas, entran en una sola palabra, demanda. En ella entran muchas variables, como el ingreso, como el precio, entre otras, pero sobretodo, el deseo, el quiero y el no quiero. Esto complica todo, la milanesa de soja, sale el 10% de la milanesa de una jugosa vaquita, somos argentinos, por favor, no me importa si la soja la regalan, quiero a las vaquitas. Pero la demanda es más compleja, cuando una economía se abre, empiezan a jugar las exportaciones y las importaciones.
Cuando las exportaciones aumentan, quiere decir que la demanda se mueve hacia el alza, cuando alguien dice que su modelo es exportador, está diciendo, que le va a dar importancia a la demanda externa. No tenemos ningún problema, en recalentar la demanda interna, pero el problema radica en que ambas presionan sobre la oferta. Ese es el principal problema de este modelo, se preocupo tanto por la demanda, que se olvidaron que en el mercado, también existe la oferta, ambas tienen que moverse en equilibrio. Si esto no sucede, la demanda presiona sobre los precios, los precios presionan sobre los salarios, ambos presionan sobre la redistribución del ingreso, en definitiva, sobre la pobreza. Así se entra en la trampa.
Una demanda puede querer, o no querer, la oferta es menos ambiciosa, le puede convenir o no le puede convenir. En casos excepcionales, la oferta, también puede jugar, el quiero y el no quiero. ¿Quieres qué hablemos, de inflación? hay una demanda interna, que necesita, otra demanda interna que quiere, una demanda externa, que también quiere, una oferta que desaparece. Es como la linda del barrio, todos la pretenden, ella es una sola, en la cadena alimenticia, el pez grande se come al pequeño, pero en el fondo, ella dice no quiero, y se termina el juego. Lo que también es matemáticamente posible, es que la oferta se retire.
La oferta, es más práctica, tiene cortes establecidos, en función de su capacidad, pero también tiene una variable subjetiva importante, miedo. Cuando la oferta tiene miedo, simplemente se retira, toma distancia, espera, cuida su capital, se guarda, piensa. No conspira, no atenta, no especula, simplemente es una persona, que tiene miedo, como usted, como yo. Cuando se escucha un rumor, corremos al banco a retirar nuestros ahorros, no por atentar contra la presidenta, todo lo contrario, simplemente tengo miedo, ya me robaron una vez. Cuando salgo a comprar dólares, no especuló, simplemente tengo miedo, la argentina ya ha hecho de la devaluación un estilo de vida.
No atentamos contra nadie, ni queremos pobres, ni niños pidiendo comida, queremos un país mejor, un país para todos. ¿Cómo conseguir esto último? Si el universo, donde todo debería estar en equilibrio, donde el conocimiento, debería reinar. No, uno de sus hijos, esta preocupado, solo por tener la razón. En nuestra casa, tenemos muchos defectos, pero no tenemos ningún enojo con el conocimiento, ni con el pensamiento diferente. Lo único que pedimos, es que lo demuestren, que lo respalden, que lo defiendan, porque no nos interesa sentarnos en una torre de marfil, con un cartel enorme, que diga que soy el más inteligente, y que tengo la razón. Si puedo perfectamente, tener la razón y al mismo tiempo, estar muy lejos de la solución.
Hagan su trabajo, interpreten a una sociedad, construyan un líder, así yo puedo hacer mi trabajo, de acercarles los mejores instrumentos, para conseguir sus objetivos, y así tener un país, que salga de este círculo, donde arranca y se detiene. Dejen de jugar al economista, dejen de pedirle, al tipo de cambio, que sea nuestra política cambiaria, nuestra estrategia de crecimiento, nuestro modelo de redistribución. Perdón, me equivoque, dejen de pedirle al Banco Central, que sea nuestra política de crecimiento, nuestra política antiinflacionaria, nuestro modelo de redistribución, nuestra política de empleo. Alguno recuerda, como llegamos a tener un Banco Central independiente, o cuasi independiente. Fue en los 90, luego de un proceso hiperinflacionario, luego de que la sociedad dejara en claro, que no quería a los pesos, perdón, a los australes.
Cuando mi hijo entro a la facultad, me dijo quiero ser médico, luego abogado, economista, matemático, guitarrista. Le dije, hijo apuntale a algo, no te voy a dar un fundamento científico, solo te voy a decir una cosa, de padre desesperado y sin ningún ánimo de tirar recursos escasos “apuntale a algo, porque no se puede pegarle a todo”. El Banco Central, tiene que tener un solo objetivo, cuidar el valor de la moneda, me parece bien que Martín allá tenido esa postura, pero te cuento, cuando se compran dólares, y se inyecta millones de pesos al mercado, se presiona la demanda, por ende a los precios. No me vas a convencer, que no tuviste nada que ver con esta inflación, te acordaste tarde, que había que defender.
En mi facultad, hay economistas, que son especialistas, en proyectos, en administración financiera, en política económica, es más, hay algunos que son especialistas, en una teoría, por ejemplo, juegos, o caos. Nos especializamos en algo, porque somos estúpidos, de mente corta, a 100 metros de nosotros, estudian los iluminados, con una materia son especialistas en economía, con la otra, en política internacional, con la otra, son perfectos historiadores. Nuestra presidenta, y nuestro presidente, se llevan muy bien con esa escuela, por eso ellos saben de leyes, ella es experta en calefones, en bicicletas, es más, ahora es sexóloga, recomienda un lechoncito, para mejorar la actividad sexual (joder). Soy economista, hombre de ciencia, tipo práctico, Bilardista por naturaleza, quiero resultados, y los quiero ya, mira si me voy a ir a comer un lechón, si tengo algún problema, pido una pastilla azul, y se acabó.
Que creen que es más fácil, hacer que yo y 40 millones de argentinos, nos volvamos buenos, o cree que es más fácil, convencerme, y convencernos, de que nos conviene. Le cuento, para saber que algo me conviene, necesito mirar los precios, los cuales hoy en nuestro país, están totalmente distorsionados. Estamos así, porque alguien jugo a ser Dios, y cual Moisés, le dio a saber “soy yo el que hace, que uno vea y el otro no”. Les dijo a los productores, cuando exportar, que exportar, es más, cuando tenían que matar a la vaca, y que consiguieron. Que la vaca sea un bien escaso, por ende caro.
La historia Argentina, dice, que quien ha perdido la confianza, no la ha vuelto a recuperar. No tenga la soberbia, de gritar, que usted hace, que yo vea y el otro no, pues tengo un sólo Dios. Aunque hui de su casa, volví, cansado, muchas veces por convicción, otras tantas, porque no tenía donde caerme, pero volví, nunca deje de pensar, que te aferraste, innecesariamente, con muchas personas, pero volví, me diste mucho con la derecha, y me lo quitaste con la izquierda, pero volví, me dejaste acercar tanto, que sentí que era mío, y de pronto lo perdí, aun así volví, me equivoque tantas veces, desde ese día, cansado, rendido, con ganas de caerme, y tú puerta, estaba allí, esperando por mí.



PD: todavía no me hace falta, pero es bueno tener, el plan B.
PD*: creíste que nos habíamos olvidado, NO, feliz cumpleaños gorda. Cuídate, y suerte en todos tus nuevos proyectos.